viernes, 29 de mayo de 2020

ARMANDO POEMARIOS...


Estoy intentando armar otro poemario y digo armar porque siempre estoy escribiendo, salvo algunos periodos nunca paro y tengo algunas cosas con las cuales puedo armar algo, claro... Unas más buenas que otras. Lo imprimo para revisarlo, intenté hacerlo en el computador, pero me fue imposible, debo tener los poemas frente a mí y debo tener la posibilidad de manipularlos para rayar lo que haya que rayar y ordenarlos de forma correcta.

Es la primera vez que hago eso sola, la última vez lo hicieron por mí y la primera vez que "publiqué" algo... Bueno, no salió nada bien porque no cumplí con ese requisito tan importante, darle sentido al libro o editar el contenido para que se vea "decente".

Me entusiasmó la convocatoria que hizo una editorial que sigo en instagram. Tal vez no me vaya bien y ese texto termine volando sobre mi cabeza, pero por lo menos tendré otro trabajo armado "por si acaso" en el futuro quiero cometer nuevamente la locura de publicar por cuenta propia o lo quiera presentar a un concurso loco por ahí. 

La cuarentena me ha hecho escribir mucho y estudiar mucho y avanzar mucho en mi tesis. La pandemia me hundió en lo que amo mientras afuera el mundo funciona al borde del apocalipsis. Todo lo que salga de este periodo de mi vida, todo se volverá material. Será guardado y... No sé... No sé...

*IMAGEN: Niña aprendiendo a escribir (Camille Corot).

martes, 5 de mayo de 2020

EL RITO (II)...




¿Cómo se enfrentan otros a los ritos? Nosotros, los humanos, somos ritos constantes. Aumentan las pulsaciones, bajan las guardias y se oscurece todo. La luz ha muerto y ya no hay nadie. Nunca más habrá nadie.

Imagino mis pies avanzando a través de líneas circulares que no tienen fin y sólo el viento me recuerda estar así, viva apenas pensando en el pasado, el presente, el futuro o en lágrimas cayendo sobre la tierra y que de ella germinen larvas o serpientes. No es un pensamiento destructor, más bien es un fantasma rosando las mejillas de un niño congelado en un corazón sin sangre. Porque es ese el rito, deseos vacíos levitando en una barca quebrada sobre el humo espeso del hielo seco. Sólo se escucha el grito de las almas. Los ritos sólo hablan de bajas en batallas internas que nacieron perdidas. 

¿Cuántos ritos? ¿Cuánta eternidad existe entre tanto infierno?