Yo trabajo en un medio de comunicación en donde se espera con ansias que lleguen las autoridades, que se establezcan los cargos, que los conductores hagan taco, que la patente se pague a última hora, que los niñitos vuelvan al colegio, que haya histeria y locura... O sea, que llegue marzo.
Para un periodista el verano es letal. No hay nada. Todos están de vacaciones. Hoy, como último día de febrero, estoy ansiosa porque llegue mañana... O más bien el 3 de marzo, que será día hábil y época en la cual mis compañeros de vacaciones regresen. Prensa volverá a tener vida y las reuniones de pauta estarán llenitas.
Aunque igual, pa que vamos a andar con cosas, si igual sucedieron cosas. Enero, incendios forestales, alerta roja varios días, se quema el mercado el 8 de enero dejando a 107 locatarios en la absoluta indefensión, la cual ya no es tal bajo los toldos instalados por el municipio a la espera de la reconstrucción de sus locales provisorios. Posterior a eso, en febrero un maldito habría asesinado a una madre y a su hija recién nacida... Quieren un sucesor adecuado de Rincón para el Maule Sur. Todavía me acuerdo de las caras de los colegas cuando la vimos aparecer para ser parte de la fila de nuevos ministros. Vaya a saber una como va a terminar eso.
Marzo está frente a la puerta y comenzará a tocarla justo a la medianoche. Será un periodo prolífico, espero que también prolífico para mi área, la que yo reporteo habitualmente.
Ya, me voy...
Chabela.
