lunes, 1 de julio de 2019

EL MISTERIO... LAS TORMENTAS...

¿Y si a cada momento pudiéramos caminar sabiendo lo que ocurrirá? Siempre sabiendo lo que sucederá, entendiendo el funcionamiento de todo, sin ningún tipo de incertidumbre... ¿Tendríamos la energía que de momento en momento poseemos para construir todo aquí o allá o en cualquier lugar?

Yo soy de la idea de que el misterio en gran parte agrega una carga positiva a todo, nadie haría nada sabiendo el desenlace. Nadie haría nada sabiendo que aquello por lo que tanto se esfuerza no saldrá a flote aunque deje la vida en eso.

Hubo una época en que deseaba demasiado saber qué sucedería con todo en mi vida, en eso influía mi universo emocional, la relación "no relación" que tenía, cada momento era tan crítico que necesitaba tener el poder para saber si seguiríamos sufriendo de esa manera. Hasta que exploté y ese mundo tan secreto también explotó. Yo exploté. Terminé de desmoronarme y él se desmoronó también.

Todas esas tormentas me hacen sentir atraída a Strindberg, a la pintora Carrington y su amor imposible por el escritor Lytton Strachey, a Artaud, Verlaine, Rimbaud, Baudelaire, Pizarnik, Díaz Varín... A cualquiera que haya sufrido, siendo dicha situación maldita la base para crear y canalizar el dolor. 

Ellos no se sentían obsesionados con saber imperiosamente lo que ocurriría, o quizás sí... Nadie lo sabrá jamás.

*FOTO: Francesca Woodman.

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