miércoles, 25 de octubre de 2017

OCTAVIO PAZ NO TIENE LA CULPA...

La lectura de Octavio Paz y su "Laberinto de la Soledad" se ha vuelto un parto, no porque sea un mal libro, sino porque mi última crisis sacó a flote esa parte de mi naturaleza que los fármacos luchan por tener escondida... La bipolaridad. 

Desde la última vez que escribí he tenido muchos mini episodios de angustia que no me dejan cumplir con mis deberes. Estoy sedada casi todo el día y el efecto hipnótico pasa cuando el día casi se ha ido... Ojo... Eso no quiere decir que no lea aún en ese estado, lo hago, pero estoy mucho más consciente cuando ya mi cerebro no está dopado y, como ya dije, eso ocurre cuando está por caer la noche.

Luego viene el estado de culpa, que me quejo por nimiedades, que todo lo engrandezco, que soy demasiado lastimera y los pensamientos recurrentes provocan que lea un párrafo hasta tres veces para captar lo que quiere decir. 

Queda tan poco, poco más de una semana y aún no llevo ni el 50% del libro (Que contiene otros dos ensayos del mismo autor y relacionados con este laberinto, los cuales también debo leer por orden del profesor)... Cuando hice el trabajo anterior me encontraba en la cúspide de un episodio prácticamente agudo de manía ¡Vieran cuánta energía tenía! Pero ahora todo se ha desinflado. 

Octavio Paz no tiene la culpa de esta lentitud, aunque el tema no es demasiado simple... Aunque tampoco es un objeto pesado que va en caída libre hacia mi cabeza. 

Paz ha sabido desmenuzar claramente a la sociedad mexicana de mediados del siglo XX, tomando en consideración que este ensayo se publicó en 1950. Él lo asoció muy bien a su calidad de extranjero en otros parajes, observando de qué manera notan otros la idiosincrasia mexicana desde fuera. La radiografía que hace divide, hasta el capítulo que yo he leído, muy específicamente las principales características de esta sociedad en aquellos tiempos y en mis apuntes, porque esa es otra, soy de tomar apuntes mientras leo, he comparado muchos de esos puntos con lo que actualmente percibimos de ellos: Alegría y seriedad, narcotráfico, deseos de conseguir otra vida al otro lado de la frontera, asesinatos en Juárez. En fin, puede que me equivoque, en todo caso esas son ideas que, si puedo, maduraré a la hora de realizar el Power Point para la presentación.

La verdad es que miles de cosas pasan por mi cabeza ahora. He avanzado tan poco y al darme cuenta de eso algo de depresión me da. Es como sortear una tormenta con un barco de papel. 

Sigo manteniendo lo que dije en la última entrada donde menciono mi lectura del ensayo de Paz ¡Que los dioses del Olimpo me ayuden!

2 comentarios:

  1. “Por un momento, no lo niego, se me pasó por la cabeza la idea de una acción terrorista, vi a los real visceralistas preparando el secuestro de Octavio Paz, los vi asaltando su casa (pobre Marie-José, qué desastre de porcelanas rotas), los vi saliendo con Octavio Paz amordazado, atado de pies y manos y llevado en volandas o como una alfombra, incluso los vi perdiéndose por los arrabales de Netzahualcóyotl en un destartalado Cadillac negro con Octavio Paz dando botes en el maletero, pero pronto me repuse, debían de ser los nervios, las rachas de viento que a veces recorren Insurgentes (estábamos hablando en la acera) y que suelen inocular en los peatones y en los automovilistas las ideas más descabelladas. Así que volví a rechazar su invitación y él volvió a insistir. Lo que te voy a contar, dijo, va a remover los cimientos de la poesía mexicana, tal vez dijera latinoamericana, no, mundial no, digamos que en su desvarío se mantenía en los límites del español. Aquello que me quería contar iba a trastornar la poesía en lengua española”.

    http://polemon.mx/quien-quiso-secuestrar-a-octavio-paz

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    1. Oye, que buen artículo el que contiene este párrafo. Admito que algunos libros de Bolaño no me han llamado plenamente la atención, pero ahora quiero leer "Detectives salvajes". Este ensayo que me cuesta tanto leer es el primero de Paz que tomo, pero me hubiese gustado ahora que fuera en otras circunstancias. Por otro lado, esta sociedad literaria tan snob y tan "superior" es algo que yo conozco en la actualidad, creo que en todas partes hay diversos estratos sociales dentro de las letras... Pero yo, sinceramente, no pesco... Gracias por darme a conocer esto, Sémola...

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